Explorar la Ruta en autocaravana por Alemania descubriendo los Castillos del Rin es adentrarse en un paisaje de ensueño, donde fortalezas medievales se alzan sobre colinas cubiertas de viñedos y el majestuoso río Rin serpentea a través de pueblos con encanto. Este recorrido es uno de los más fascinantes de Alemania, combinando historia, arquitectura y naturaleza en un viaje que transporta a otra época.
Desde la ciudad de Coblenza hasta Maguncia, la Ruta de los Castillos del Rin ofrece una experiencia inolvidable para los amantes de la historia y la aventura. Viajar en autocaravana por Alemania permite recorrer este trayecto a tu propio ritmo, deteniéndote en los miradores más espectaculares, explorando castillos con siglos de historia y degustando los vinos de la región en bodegas familiares. Alquila una autocaravana en Madrid con Camper Baos y emprende esta ruta con nosotros.
Día 1-2: Coblenza y el Inicio de la Ruta de los Castillos
El viaje comienza en Coblenza, una de las ciudades más antiguas de Alemania, situada en la confluencia de los ríos Rin y Mosela. Su ubicación estratégica la convirtió en una plaza fuerte durante siglos, y su casco histórico aún conserva vestigios de su glorioso pasado. Al llegar, lo mejor es estacionar la autocaravana en un camping a las afueras y explorar la ciudad a pie.

Uno de los primeros lugares que visitar es el Deutsches Eck (Esquina Alemana), donde se encuentra la imponente estatua ecuestre del emperador Guillermo I. Desde aquí, se puede tomar un teleférico que cruza el Rin hasta la Fortaleza de Ehrenbreitstein, una de las mayores fortalezas de Europa con vistas espectaculares de la ciudad y el río. Esta fortaleza no solo es impresionante por su tamaño, sino por su historia como bastión defensivo desde la época romana hasta la Segunda Guerra Mundial.
El casco antiguo de Coblenza está lleno de calles adoquinadas, iglesias medievales y plazas encantadoras. Un paseo por la Jesuitenplatz permite admirar la arquitectura barroca y disfrutar de la atmósfera vibrante de la ciudad. Además, Coblenza es un excelente lugar para probar la gastronomía de Renania, con platos como el Sauerbraten (carne marinada) o los famosos embutidos acompañados de mostaza local.
El segundo día se dedica a recorrer los alrededores de Coblenza y adentrarse en la ruta de los castillos. La carretera B9, que bordea el Rin, ofrece un trayecto panorámico incomparable, con castillos en lo alto de las colinas y pueblos medievales a orillas del río. Este tramo inicial ya deja ver la riqueza histórica y paisajística de la región.
Día 3-4: Marksburg y Braubach
A pocos kilómetros de Coblenza se encuentra el Marksburg, uno de los castillos mejor conservados del Valle del Rin. A diferencia de muchas otras fortalezas que fueron destruidas y reconstruidas a lo largo de los siglos, Marksburg se ha mantenido intacto desde su construcción en el siglo XIII.
La visita a este castillo es una de las más auténticas de la región, ya que conserva sus interiores medievales con mobiliario original. Sus torres, mazmorras y murallas ofrecen una visión realista de la vida en un castillo en la Edad Media. Además, las vistas desde lo alto permiten admirar el curso del Rin y los viñedos que lo rodean.

El pueblo de Braubach, al pie del castillo, es otro punto interesante de la ruta. Sus calles adoquinadas y casas con entramado de madera crean un ambiente acogedor. En los restaurantes locales se pueden degustar los vinos blancos de la región, considerados entre los mejores de Alemania.
Para quienes viajan en autocaravana, la zona ofrece varias áreas de estacionamiento con servicios básicos. Pernoctar en esta parte del valle es una excelente opción para disfrutar de la tranquilidad del entorno antes de continuar con la ruta.
Día 5-6: Burg Rheinfels y Sankt Goar
El quinto día del viaje en autocaravana por Alemania nos lleva al imponente Burg Rheinfels, situado en Sankt Goar. Este castillo en ruinas es uno de los más grandes y fascinantes del valle del Rin. Construido en el siglo XIII, sirvió como una de las fortalezas más poderosas de la región hasta que fue parcialmente destruido en el siglo XVIII.
A pesar de estar en ruinas, Burg Rheinfels sigue impresionando por su tamaño y su compleja estructura defensiva. Se pueden explorar sus túneles subterráneos, patios interiores y murallas, que ofrecen vistas panorámicas del Rin. Este castillo permite imaginar cómo era la vida en la época medieval y ofrece una experiencia inmersiva para los amantes de la historia.

Sankt Goar es un pueblo encantador que se ha convertido en una de las paradas obligatorias de la ruta. Desde aquí se obtiene una vista espectacular de la Roca Loreley, un acantilado legendario donde, según la mitología germana, una sirena hechizaba a los navegantes con su canto.
En cuanto a la pernocta, Sankt Goar cuenta con campings y áreas de estacionamiento con acceso directo al río. Pasar la noche aquí permite disfrutar de la atmósfera mágica del valle del Rin iluminado al anochecer.
Día 7-8: Burg Pfalzgrafenstein y Kaub
Uno de los castillos más singulares del Rin es el Burg Pfalzgrafenstein, situado en una pequeña isla en medio del río, frente a la villa de Kaub. Este fuerte fue construido en el siglo XIV para controlar el tráfico fluvial y cobrar peajes a los barcos mercantes.
Su ubicación lo convierte en uno de los puntos más fotogénicos de la ruta. Para llegar, es necesario tomar un barco desde Kaub, lo que añade un toque de aventura a la visita. El interior del castillo es austero, pero ofrece una perspectiva única sobre la historia del comercio en el Rin.

Kaub, aunque pequeña, tiene su propio encanto. Es un lugar ideal para hacer una pausa, pasear por sus calles y descubrir pequeñas bodegas donde se producen algunos de los mejores vinos blancos de Alemania.
Los viajeros en autocaravana pueden encontrar áreas de estacionamiento en los alrededores, con opciones de campings cercanos para pasar la noche antes de continuar la ruta.
Día 9-10: Rüdesheim y el Final de la Ruta en Maguncia
Los últimos días del viaje en autocaravana por Alemania llevan a Rüdesheim, una ciudad vibrante famosa por su producción vinícola. Su calle más emblemática, la Drosselgasse, está llena de tabernas donde se pueden degustar los mejores vinos del Rin y disfrutar de música en vivo.

Desde Rüdesheim, un teleférico lleva al Niederwald Monument, un mirador con vistas impresionantes del valle. Esta es una de las mejores formas de despedirse del paisaje del Rin antes de llegar a Maguncia, la última parada de la ruta.
Maguncia es una ciudad con una rica herencia romana y un casco antiguo encantador. Su principal atractivo es la Catedral de Maguncia, una obra maestra del románico alemán. También es recomendable visitar el Museo Gutenberg, dedicado al inventor de la imprenta.
Conclusión
Hacer esta ruta en autocaravana por Alemania a través de los Castillos del Rin es una experiencia inolvidable. Cada parada ofrece una combinación perfecta de historia, arquitectura y paisajes espectaculares.
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